Yenifer Chacon llega a casa con su hijastro Brady Bud para realizar labores de limpieza. Mientras avanza en su tarea, la bella venezolana se da cuenta de que joven la observa con mucho deseo. Ella con algo de picardía exhibe sus grandes tetas. El joven semental deja caer su bolígrafo para echarle un buen vistazo a sus piernas, y la diosa al verlo, decide calentarlo y abre sus piernas para que él la vea en todo su esplendor.
Brady se excita demasiado y se golpea la cabeza contra la mesa. Después de un rato de mimos, Yenifer le recuerda que sólo es su madrastra, no su verdadera madre. Al oír eso, el caballero está listo para ponerse de rodillas y chuparle la vagina. Ella no se queda atrás y agarra la verga y le propina una poderoso mamada profunda y le ordena a su hijastro que la meta por completo en el interior de su culo.