Queenie Sateen adopta en esta escena una posición entusiasta, con dedicación y profunda vocación oral. Esta bella diosa Norteamericana, toma por cuenta propia la verga del semental Mick Blue y la introduce sin pudor, pulgada tras pulgada en su boca, profundizando en el interior de su garganta.
Esta escena se ubica en una de las mejores de su creciente carrera, en la que como recompensa, degusta con pasión, una gran cantidad de leche.