Jennifer White actúa como madrastra del joven Jimmy Michaels y ante la ausencia de su esposo le propone a su hijastro celebrar juntos el día de la madre.
Jimmy acepta y un tiempo después, llama a la bella Jennifer y le entrega una tarjeta y un regalo que sabe que su madrastra desea: se pone un gorro de lana en la punta de la verga. Ella se se ofrece a masturbarlo y se da cuenta de que quiere follar y celebrar como es debido.
El paso que sigue es meter la vía en boca, pasarla prosas tetas y finalmente meterla en su cuerpo para que el joven haga lo suyo y la lleve al punto que necesita, que se convierta en un polvo que la reconforte. Ahora que este compromiso se va a consumir, el joven Michaels se derrama en el cuerpo de esta mujer que con el paso del tiempo, se pone más y más buena.