A Ashlyn Peaks le encanta ver porno y simplemente no puede quitar las manos de sus enormes tetas. Lo curioso en esta escena, es que para acariciarse y brindarse placer, lo hace en la habitación de su hijastro Charlie.
Cuando él entra y encuentra la sorprende tocándose, Ashlyn intenta persuadirlo, argumentando que su padre le advirtió sobre su adicción a la pornografía y que, por lo tanto, necesita de una mujer de verdad. Ella continúa argumentando que su padre no la está satisfaciendo y que si le ayuda, logrará mantener su matrimonio y le hace señas para que su hijastro se acueste en la cama y le jura que todo será un secreto entre los dos.
Cumpliendo su promesa, Ashlyn se quita la bata y deja al descubierto su cuerpo y alienta a Charlie para que la toque y pellizque los pezones. A cambio, ella pone de rodillas para tomar la gran verga de su joven amante en la boca y empezar a chupar y disfrutar. Ella se inspira y le ofrece una mamada de garganta profunda que los deja a ambos en el punto que inevitablemente, tendrán que cerrar su trato.
¡Ashlyn no se avergüenza de lo mucho que se está divirtiendo! Gime largo y fuerte en la primera penetración y se descuelga en mención a que no hará nada diferente a disfrutar del encuentro sexual. Después se pone de rodillas para que Charlie le meta la verga por detrás y paso seguido, se le monta como toda una vaquera, preparando lo que finalmente estaba buscando, un facial de ensueño que le servirá, para por lo menos unas horas, saciar lo que su cuerpo necesita.