La preciosa pelirroja Madi Collins no busca el dinero de su novio, sino su verga. El semental Alberto Blanco trabaja demasiado duro, ante las insistencias de la diosa se permite una gran pausa activa laboral.
La bella Madi comienza por una mamada jugosa que le permite saborear cada centímetro de verga y después sin titubear, le exige a su comensal que la introduzca toda en el interior de su culo. En diferentes poses, apareja copula con destreza y al final la joven mujer recibe su buena descarga de leche caliente después de una buena faena de sexo anal.