Sus inicios
Su nombre real Alla Montchak, Nikki Benz es una bomba ucraniana de la ciudad de Mariupol. Se mudó a Canadá con su familia cuando era solo una niña. Poco después del instituto, consiguió un trabajo en un club de striptease, como medio para reunir algo de dinero para la Facultad de Derecho. Decidió no seguir la carrera de abogada y triunfar en la industria para adultos. Está muy contenta con su decisión, porque la carrera porno le ayudó a vivir muchos de sus sueños.
Nikki Benz en la industria
Nikki Benz es una de esas chicas de pelo rubio y grandes tetas que fascinan a miles de hombres de todo el mundo. Eso es probablemente porque no solo es una gran estrella del porno, con cientos de escenas rodadas hasta ahora, sino también una gran bailarina exótica. Empezó en esta industria como muchas estrellas del porno, como bailarina exótica, profesión que sigue ejerciendo de vez en cuando, durante algunos espectáculos realmente populares y muy esperados. Su aspecto y su forma la llevaron a ser extremadamente popular, hasta el punto de que tiene su propio club de fans, llamado Benz Mafia, que comenzó como una broma en un foro y se amplió con los años hasta incluir a miles de miembros de todo el mundo.
Empezando como modelo de calendario y luego como bailarina exótica, Nikki Benz decidió dar el paso al mundo del porno en 2002, cuando rodó su primera película a los 21 años para Pleasure Productions, una productora con sede en Los Ángeles, que le ayudó a ganar popularidad y experiencia. Poco después, la empresa Teravision, dirigida por Tera Patrick, se fijó en ella. Desde entonces, ha trabajado con innumerables estudios y productoras, como Brazzers, Hustler y Penthouse, para la que ha sido mascota. Cuando se trata de porno, no hay nada que Nikki no haga. Le gustan tanto escenas hardcore como lésbicos, y para ella, la depilación es mucho más dolorosa que el sexo anal. Fue nominada en innumerables categorías de premios, incluyendo mejor bailarina exótica, mejor trío, mejor intérprete femenina, mejor página web, cuerpo más caliente, pechos favoritos, etc. Sus tetas están hechas para el porno, y con un par de 34D, es maravillosa en las escenas de follada de tetas. Para hacer juego con sus pechos, Nikki se puso un implante de culo, lo que la convierte en la reina del twerking. Tenía un par de tatuajes y piercings, pero decidió deshacerse de todos ellos, mostrando actualmente solo un piercing en el ombligo y un pequeño tatuaje de una flor en su muñeca derecha. Según ella, no está dispuesta a renunciar a la vida de estrella del porno, sobre todo porque ahora dirige su propio negocio, cobrando todos los ingresos directamente, lo que elevó su patrimonio neto a dos millones de dólares. En una entrevista reciente, dijo que nada puede detenerla de hacer porno, y que le gustaría ser una GILF en el futuro. Incluso está pensando en ser una intérprete de más de 65 años, si la naturaleza mantiene su cuerpo en buen estado. Le encanta viajar y hace submarinismo en su tiempo libre. En múltiples ocasiones ha buceado con los tiburones en muchas partes del mundo, incluidas las Bahamas y Sudáfrica. Es una amante de los animales y de los perros, ya que tiene un pomerania llamado Toby, que suele llevar con ella en el plató y en sus viajes.
